jueves, 27 de septiembre de 2007

27-9-2007

Llevo un par de días pensando, y me doy cuenta que me estoy convirtiendo en una mujer triste, a pesar de lo que quiero y disfruto de mi marido y mis hijas, de su compañía y su cariño, me estoy quedando sin alegría, llevo varios días sin reírme por nada, y cuando alguien me habla exhibo una sonrisa débil, como sin fuerza. A pesar de los años que llevo enferma aun conservaba el espíritu de la alegría, me gustaba quedar con las amigas para tomar algo y charlar, ahora parece que vaya huyendo de todo, el dolor me tiene tan atada que solo quiero estar en casa, y estoy aprovechando que mi marido aún no trabaja por su accidente, para que recoja a las niñas del cole y meterme en cama todo el tiempo que puedo, es la única manera de amortiguar el dolor, ya no puedo estar sentada apenas, el viaje en el autobús para ir a la piscina, se ha vuelto una tortura, y no sé como voy aguantar estar sentada hora y media, después de dejar a las niñas en el cole, en la cafetería de la esquina con las otras mamas, para no hacer otros 2 viajes a casa, y no tengo otra manera de arreglarlo pues no hay plazas en el comedor del colegio, la vida se me está poniendo muy cuesta arriba, estoy muy desesperanzada pues sino hay solución con la operación, no sé como voy a aguantar con este dolor el resto de mi vida, puedo aguantar el dolor, puedo aguantar el cansacio sobrehumano aunque a veces es tan desesperante que en esos momentos tampoco puedo aguantarlo, pero el dolor de las hernias discales está acabando conmigo, con lo inquieta que soy y lo acostumbrada que estoy desde niña a valerme por mi misma y a organizarlo todo yo, tengo que aprender a delegar muchas cosas en los demás y no me resigno, creo que me estoy convirtiendo en una invalida sin poder hacer nada, me queda una pequeña esperanza, y es que el día 3 cuando vaya al neurocirujano me diga que todo se va a solucionar, pero no es más que una ilusión que yo me hago, pues ya me dijo que las vertebras estaban intocables que solo podría descomprimir los nervios y eso sino se juntaban más las vertebras, y ahora que estoy sin poder sentarme, a ratos sin poder casi ni andar, ni agacharme, ni levantarme, estoy perdiendo la movilidad de cintura para abajo, creo que solo me queda resignarme y esperar el momento en que ya no pueda andar y tener que aceptar la realidad, y hacerme a la idea de que mis hijas van a tener que crecer antes de tiempo y ser más responsables y autónomas para poder seguir sin mi ayuda, ¿con solo 9 años y medio como voy a pedirles eso?, por favor si existe Dios por lo menos que no me quite la alegría. Ya no puedo escribir más, ya no aguanto sentada en el ordenador, voy a acostarme otra vez. Hasta pronto.

1 comentario:

Matallana dijo...

Hola guapa, ahora te duele mucho, no es fácil sonreir (buf), pero ya verás como llegan mejores tiempos. Como siempre, me meto donde no me llaman, pero ¿has preguntado a algún osteópata si te puede ayudar con tu columna y el dolor? Se que es mas dinero y que no está el horno para bollos, pero si es bueno, sus manipulaciones para descomprimir los nervios dan tan buenos resultados...
Un beso y muchos ánimos
María